Regalo de nacimiento para los padres

Regalar tiempo. ¿Una bonita acción, no?

Llegar a casa con un bebé (o dos, o tres) bajo el brazo, sin duda, es un cambio vital increíble.

El agradecimiento que he recibido de varias amigas a las que, antes de ponerlo como un servicio de Amor Cuinat, he regalado un pack de comida cocinada con cariño, hizo que lo ofreciera como un producto.

Así me di cuenta de que igual sería una buena idea, diseñar packs regalo Amor Cuinat para parejas que acaban de dar a luz.

Es pensar en las madres y los padres, que pensar en la criatura ya lo hacen ellos, y mucho.

Kit Baby – Regalo de nacimimiento para los padres

Les preparamos comidas para 2 personas (en total 14 comidas) con dosis extra de cariño, para dos personas, envasadas al vacío con opción de congelar.

Solo tendrán que llegar a la nevera, sacar la comida, calentarla, servirla y disfrutarla.

Además, les ponemos un trozo dulce para endulzar esos primeros días de la nueva etapa de vida. Incluimos un babero.

140€/pack para entregas dentro de Barcelona ciudad.

Enviamos a TODA ESPAÑA con coste extra de 8-12€.

Más info y compra en el apartado KIT BABY

BENDITO TUPPER

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BENDITOS los espaguetis que, de pequeños, nos cocinaba mi abuela. Y lo mejor de todo era cuando sobraban y mis hermanos y yo, casi que nos peléabamos para ver quién se los comía por la noche.
BENDITOS, porqué esas sobras del día anterior, hoy en día son el tupper de comida saludale o su tupper para oficina de muchas personas que comen fuera de casa.
¡MALDITOS tuppers!
Salir de casa con un tupper vegetariano e Barcelona lleno, equilibrado y rico, al fin y al cabo, es tiempo y dedicación.
En Amor Cuinat los bendecimos.
Porqué no sólo tienes que comerlo fuera de casa, o es que a caso no mola llegar por la noche a casa, abrir la nevera y decir: ¡BENDITOTUPPER!
Aquí tienes más info y el menú de esta semana de tu comida tupper a domicilio.

El bocaoreja

Ese es el principal nutriente de Amor Cuinat.

De Olga, quien regaló una cena a su socia, a Laia, a la cocina de la cual ya he cocinado tres veces y además a regalado Amor Cuinat a la profe de sus hijos y a unos amigos, los cuales asistieron después a un taller de cocina mío, además de contratarme para el cumple de uno de ellos. Vaya lío, ¿no?. Volvemos a Laia porqué también me recomendó a las madres de la escuela de aus hijos, y una de ellas me contactó para regalar Amor Cuinat a un compi de trabajo que se jubiló este año.

De uno a otro, una red de recomendaciones. Precioso.

Amador, de momento, ha sido el último de la red para el que cociné.

Fue el pasado agosto cuando fui a su casa para cocinar para sus dos hijas, su mujer y él.

Me esperaban con los brazos abiertos.

Una de ellas se puso el delantal para ayudarme. ¿Tiene que ser una experiencia preciosa para chicas adolescentes, que de repente, entre una cocinera a su casa ¿no?

Ahora he pensado: cuando yo tenía su edad hubiera flipado en su lugar, viviendo esa experiencia. Supongo que en el pequeño pueblecito en el que nací, Bell-lloc d’Urgell, eso hubiera sido el pan de todo el pueblo. ¡Anda! ¡Quizás no! Justo hace unos días mi madre me contó que cuando mi abuela era adolescente, cuando era la Fiesta Mayor del pueblo, iba una cocinera en su casa ¡a prepararles la comida! Vaya lujo, debía estar de moda. Ella (mi abuela) de la yo absorbí ese amor por la cocina, dijo que cada vez que la cocinera iba a su casa aprendía a tope. Qué buena. Estamos hablando de unos 40 años atrás. Qué curioso.

Volvemos a hoy. A la casa con Amador y su familia.

Lo disfrutaron, lo disfrutamos, desde el minuto zero.

Me gusta ‘apoderarme’ de las cocinas y sacar el polvo de toda la vajilla que las familias tienen en casa. Me siento como en casa la gran mayoría de veces. Esa fue una, sin duda.

Después de servirles en pastel de chocolate masala con crema catalana, me senté con los 4 a comer ese plato combinado que me hago siempre de las cositas que me sobran del servicio. Un mix delicioso.

De viajes, de la vida, de la experiencia que han vivido,… Hablamos un poco de todo en un ambiente íntimo y de lo más agradable.

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¡Cómo disfruto estando ENTRE COCINAS!

#COOKFORSYRIA a Barcelona

Mi primera vez. La experiencia de cocinar voluntariamente para aportar un granito de arena a los refugiados de Siria, fue precioso.
Todo empezó con un email de Anna, una clienta de Amor Cuinat que me conoció en el artículo que me dedicaron en la revista Ling de Vueling.
Esos emails que me resuenan de tal forma, que los respondo al instante. ‘Anna, sí, m’encantaria ser la xef del primer Sopar Benèfic #CookForSyria en Espanya!
A partir de entonces, todo fluyó paso a paso. ¿Sabes aquellas cosas que la vida te pone delante y ves claro que tienes formar parte de ellas?
Sentí en hacer una llamada lo más alta y ruidosa posible para movilizar la energía de la colaboración y la ayuda.
La primera señal que recibimos para decir el sí a tirar adelante la cena, fue el cálido sí de Veritas en ceder su espacio e ingredientes. Carlota, la responsable del espacio, siempre con su ‘bonito abrazo’ desde el “¿Nos cedéis Terra Veritas?” hasta el “Bona nit noies, ha estat una nit molt bonica”.
El 22 de junio, 35 personas decidieron que lo suyo era otro sí. Sí a formar parte de la cena.
Sin ellos, Albert Om, con sus cercanas y naturales palabras, no habría presentado el acto; ni Vicenç Alujas habría podido darnos ese punto de luz con la pequeña meditación, para abrazar a los refugiados, que nos regaló; ni los 10 voluntarios de cocina y sala hubiéramos cocinado y servido el menú sirio inspirado en el libro #CookForSYRIA.
Antes de sentarse a cenar les ofrecí un showcooking de cómo hacer un atayef (pancake) sirio con coliflor y hierbas aromáticas. ¡Cómo disfruté!
La motivación y las ganas rebozaban por las puertas de Terra Veritas Cuánta predisposición. Todas y todos querían dar lo máximo de si mismos. Qué bien se trabaja cuando se hace desde el corazón. Me costó, incluso, dar órdenes. Pero había que darlas, no puede faltar una voz cantante en una cocina.
Anna y Carlota cuidaron cada detalle en la preparación del acto, del espacio, detalles que Xavier Sáez, el fotógrafo supo captar a la perfección. Todas esas fotos las cede voluntariamente.
La imagen y la newsletter que envié fue cosa de Núria Alemany, amiga, diseñadora y siempre dispuesta a ayudar.
Alan Chehab se encargó de hacer sonar música siria en directo. El toque.
Y Pluideconfettis personalizó unos globos para la ocasión. Un detallazo.
Mágica energía que se creó, simplemente estando.
¿Dónde hay que firmar para ser la chef de la siguiente cena #CookForSYRIA en Barcelona?

Menús de Navidad para llevar

Cocinar durante las Navidades. ¿No va contigo? Don’t worry. Yo lo puedo hacer por ti. Esos días tan familiares, como Nochebuena, Sant Esteve y Nochevieja, cada vez apetece menos estar horas y horas a la cocina, en vez de disfrutar de los más peques de la familia ¡o de los más mayores! He diseñado unos Menús para llevar: os los llevo a casa y solo tendréis que ¡calentar, degustar y disfrutar! Aquí están.

MENÚ de NAVIDAD

(Cena del 24, comida del 25 o comida del 26)

  • Croquetas de ceps y alcachofas
  • Sopa thai con galets y gambas
  • Calamar en su tinta con quinoa salteada
  • Pollo ‘rustit’ con moniato, tirabeques y shitake
  • De postre: Pastel de chocolate masala

30€/persona (delivery incluido para pedidos de a partir de 10 menús en Barcelona ciudad.

MENÚ de FIN de AÑO

  • Croquetas de gambas al curry
  • Hummus de dalh & Kale con crudités
  • Arroz thai salteado con tofu ahumado y verduras
  • Bacalao, calabaza y pack choi
  • Canelones de pollo ‘rustit’ y ceps
  • De postre: Esponjoso de turrón de Jijona

32€/persona (delivery incluido para pedidos de a partir de 10 menús en Barcelona ciudad. Para menos de 10 menús, importe extra según ubicación dentro de Barcelona ciudad).

Todo vino solo

6 años, eran las 6 horas de la mañana. Cómo si fuera ayer. Salí de casa que era de noche. Sola con mi mochila caminando hasta Plaça Espanya para coger el bus 46 rumbo el aeropuerto.
Cuántos y cuántas volvían de fiesta. Ellos volvían a casa y yo me iba. Todo va y viene. Todos vamos y venimos, venimos y nos vamos.
25 años cumplidos llevaba en la mochila. Poco más, pesaba poco.
Solo sabía que Bangkok iba a ser la primera parada, la primera noche que tenía reservada al lado de Kho San Road.
El objetivo del viaje era VIAJAR. Iba sin rumbo. Simplemente decidí dejar el trabajo en la agencia de publi y coger esa intuición que no solté hasta tener el vuelo reservado.
¡Qué relativo es el tiempo! A veces decimos ‘este año me ha pasado volando, de verano a Navidad no sé que ha pasado, ha volado’. Esos 6 años vistos en perspectiva ahora, me parece que tendrían que ser más, que haga mucho más de esa aventura de 10 meses por el mundo.
Ni por asombro me fui porqué quisiera cambiar mi rumbo profesional. Eso, puedo decir ahora, que solo lo sabía esa Núria de muy adentro. Sabía que disfrutaba como una loca cocinando, pero de ahí a querer dedicarme a ello, había un buen trecho.
La vida me lo puso delante. En la Laos, Tailandia, Cambodia, Malasia y Sri Lanka, comí en sitios locales en los que tardaban lo que tardaban en servirte la comida y al ponértela delante era tal festival de sabores y amor que la espera ya no era espera, era reflexión de ‘poc a poc todo sale mejor’.
Me acuerdo compartir muchas comidas y cenas con Nigel, mi gran amigo de ese viaje, con el que en esos y otros muchos momentos de ‘espera’ filosofábamos sobre la vida. Encontrarme un compañero de viaje con el que poder disfrutar tanto de la comida, es lo más. Siempre me dejaba elegir sitio a mi ‘what do you fancy to eat, Núria?’ me preguntaba casi cada día. Esos recuerdos de disfrutar, disfrutar y disfrutar. Él 50 y yo 25. Esos 25 años de experiencia que me pasaban. Esa experiencia que después de casi 2 meses viajando juntos, se me había pegado un poquito.
Viajar, la mejor experiencia de vida.
Y me lo volvió a poner. La vida me volvió a poner delante otra señal: cocinar para una familia australiana durante 2 meses (con las Navidades por el medio). A cambio de alojamiento y comida tenía que ayudarles. Ayudar de la mejor forma que sabemos hacer es precioso, ¿verdad? Mi mejor manera era cocinar para ellos. El desayuno lo hacíamos entre todos y la comida era muy pim pam ya que los niños se llevaban sandwich a la escuela. La cena. Ahí era dónde me apoderaba de la cocina e incluso los padres se sentaban delante, en la barra americana, con una copita de vino, disfrutando mientras preparaba lo que me apetecía. Pasta fresca a mano, muchas tortillas de patatas, paella, croquetas, salteados de verduras, gyozas, pasteles de todo tipo, scones, madalenas, … Shell, la madre, le gustaba la cocina, pero al tener los 3 hijos lo había dejado un poco de lado. Parece que le encendí un poco aquella llama que ahí estaba.
Cuántas tardes los peques me ayudaban en la cocina, sobretodo cuando hacía cosas con masas.
Preciosa experiencia que hizo que se me encendiera bien fuerte, a mi también, la llama de la pasión por la cocina.
Ahí empecé a ser, sin querer y sin cobrar: chef a domicilio.
Y ya por último, Nueva Zelanda. Tuve que llegar a The Paradise. Así se llamaba el pueblo dónde estuve un mes y pico cuidando 3 niños, ahí sí, trabajando. A ves les preparaba la cena, pero poco ya que la madre es chef.
Lo que sí que tuve que hacer es aprender a estar conmigo misma. Muchas horas de no hacer nada, de no tener nada que hacer, de meditar, de pasear, de hacer deporte, de comerme bolsas enteras de doritos de las grandes (con arrepentimiento posterior), de escribir, de hacer autostop, de hacer rutas sola por la montaña (muchas veces con miedo de estar sola perdida por ahí, tan lejos de casa), de echar de menos, de pensar, de pensar mucho, pero sobretodo, de pensar con el corazón. Eso me hizo escribir la preciosa visualización de lo que hoy, ahora mismo estoy dedicando gran parte de mi día a día.


4 años, casi 5, que nació Amor Cuinat. Cómo un embarazo, unos 9 meses antes empezó a gestar.
Este es pues, el PRECIOSO comienzo y sus consecuencias, de la relación conmigo misma en conexión con el UNIVERSO.

De una cena a domicilio, a la Vanguardia

‘Núria, que sepas, que voy a escribir un artículo sobre ti, en La Vanguardia’.
Esas fueron las primeras palabras de Daniel, el anfitrión de la casa en la que cociné hace unas semanas.
Saludos bonitos e inesperados.
5 comensales, 3 de ellos estadounidenses. Me encantan las cenas como aquella, donde las carcajadas son un comensal más.
La cocina, quizás la más pequeña en la que he cocinado nunca, pero yo, en mi salsa. Todo entró, todo salió.
Disfrute mutuo entre croquetas de ceps y queso azul, curry thai con gamba roja, tataki de ternera con cremoso de chiribía, entre otros, sin olvidarme de él, el anfitrión, que es vegano y puse toda mi energía en cada uno de sus diferentes platos.

Podría escribir un post de todas y cada una de las cenas a domicilio en las que formo parte. En cada casa se crea una historieta, en cada casa se disfruta de formas diferentes.

Daniel lo cumplió, sin saberlo (me lo comunicó una amiga de mi madre) ayer me regaló un artículo de opinión en el Magazine de La Vanguardia. Sin duda, un recordatorio del intercambio que mueve el mundo: Da lo mejor de ti. Recibirás, sin esperarlo, lo mejor para ti.

Gracias Daniel por unas palabras tan bonitas, tan ‘tal cuál’.

¡Disfruta el artículo!

El #bonanititupper de RAC1 amb l’Albert Om

‘Núria, et poso nerviosa si estic aquí al teu costat com si m’expliquessis a mi les receptes?’

Eso me dijo Albert Om el día que fui a grabar las primeras recetas. Cercano y agradable. Un encanto.

Si algún día escuchas el programa de Albert Om “Islàndia” de RAC1 de 19h a 20:30h de lunes a jueves, puede ser que a las 20:10h aproximadamente me escuches compartiendo una recepta para el Táper del día siguiente, sí, el #Bonanititaper lo hago yo.

Es muy curioso cuando estoy preparando la cena para un grupo de amigos en casa y entre los invitados se oye ‘¡Sí, yo la he oído a RAC1!’

Y aún lo es más, cuando el director de una revista me llama diciéndome que cada noche mientras prepara la cena para sus hijos, me oye y le encanta. Y que le gustaría que colaborara con ellos.
La radio. A cuanta gente llega.
Aquí tienes todos los #bonanititapers que he hecho. Recetas y más recetas para el táper.
¡Ya son más de 100 las que he compartido!
¡Disfrútalas y ponlas en práctica!

Una chef a domicilio por la grandísima India

08-01-2016

L’inici. Comenco una nova aventura. India es on el cor em porta, em guia.
Nervis, uns quants. Pero com be m’ha dit la meva sister, els he de sentir, he de tenir una mica de por per poder seguir endavant amb forca. I es que la paraula aventura per mi es: por, canvi, sorpresa, dubte,… pero sobretot: intuicio.

09-01-2016
Un comencament peculiar.
M’han relliscat les primeres llàgrimes. Pero avui ja no eren ‘de nariz’ (com em va dir la Ceci dos dies abans d’emprendre el viatge quan tenia mocs d’aigua, que segons ella eren llagrimes de nas, de tancament d’una etapa. Quanta rao…), avui eren de ‘por’.
M’ha invadit un sentiment de soledat, de ‘que hi foto aqui?” I m’han timat. El primer, un tio davant l’estacio de trens de Delhi, que m’ha portat a una ‘tourist agency’ on em volien tornar a timar. No he baixat del tuk tuk i m’han portat a una altra. He baixat. He entrat i he sentit parlar catala. Una parella que estaven a no res de vendre’ls un pack organitzat per 2 setmanes per 400 euros!!! Oh my god!! Estamos locos?

El meu objectiu era trobar seient en un tren de Delhi a Haridwar per arribar a Rishikesh.
M’he posat a parlar amb els dos catalans i els he proposat d’anar junts a Haridwar amb taxi. Als de la tourist agency no els ha fet cap gracia. I un d’ells m’ha dit que baixes i que me n’anes a l’estacio de trens a veure si trobava un bitllet de tren. O sigui, m’ha fotut fora perque no interrumpis el negoci que estaven apunt de fer amb la pobra parella de catalans. Si, pobres. Perque els veia que es deixaven… Que haura sigut d’ells? Who knows?

Marxo rumb l’estacio. Pregunto a un policia i em porta a la ‘ventanilla’ per reservar el tren. Pero, no trains for today.
El meu angel de la guarda estava amb mi, ja que de repent apareix un noi indi i m’acopanya a comprar el bitllet. Aqui es on em cauen les llagrimes amb una barreja de por anterior, agraiment, … Un mix de sentiments.

Amb el bitllet a la ma, tinc 8 hores fins agafar el tren. Camino per Delhi. Un bon senyor gran em tatua amb henna un Ohm i un Shiva al brac, sense demanar-ho i sense voler ni una rupia…
‘Good luck for you!’ em diu.
Camino entre el caos, cansada. Entro a botigues de cuines (per cert, baratissimes) i m’ofereixen un chai tea. Nice conversation.
De nit, entre la multitut, crec que era la unica estrangera caminant cap a la Old Station of Delhi.

Esperant el tren, quasi m’adormo de peu. No podia amb la meva anima. Be, si que podia, havia de poder. Eren les 22h i estava veient molts cares que em feien por. Era com que volia tenir persones amb cares de ‘bona persona’ al costat. Uf, inexplicable.

Finally, al tren. Una sorpresa que tingues llit per dormir. No m’ho esperava. Curiosament conec al Gyan. Em recorda al Nigel. Quasi la mateixa edat. Bona vibracio em dona. One more blessing el primer dia a la India…

Despres d’una llarga i inspiradora conversa, ens posem a dormir. ‘Anyway, nice to meet you Nuria’ em diu abans d’estirar-se. Happy.

Acaba el primer i intens i emocional dia a la grandiosa India.

10-01-2016

Despres de 33 hores desperta i unes hores dormint al tren, arribo a Rishikesh. Descanso. Es el que necessito.

 

11-01-2016

Calma es el que venia a buscar. L’he trobat. Camino. Agafo energia del sol. El primer contacte amb menjar indi: unes Prahata de col i de formatge, un panner korma veg amb roti, un veggie butter masala amb arros.. I com no, algun que altre pancake with banana and nutella.

A la tarda preparo una truita de patates als nois que treballen a la guesthouse. Amb oli d’oliva!

I despres… m’ensenyen a fer Rotis!! Wow, quina emocio! Ja estic pensant com fusionar-los quan torni.

So… primer objectiu complert: cuinar menjar indi en una cuina india!

Aprèn cuina vegetariana pel tupper

Després d’uns d’aquests dies dolents a la feina, …d’aquests que tots un dia o altre tenim, no hi ha res millor que passa una entretinguda tarda a un dels showcookings d’Amor Cuinat, i això és el que vaig fer la setmana passada. El showcooking de menjar vegetarià per poder preparar els tuppers de la feina.

Està clar que la cuina vegetariana és molt saludable, però la veritat és que sempre que sentia noms com quinoa, wagame, tempe, ….pensava… i què caram puc cuinar amb aquests ingredients, …com es preparen? Aquesta va ser una motivació per apuntar-me al showcooking. A més de saber que en aquestes sessions em sento com si quedés amb un grup d’amics i amigues i una d’elles m’expliques les seves receptes.

Vam fer una sopa de verdures amb noodels, per aquells dies d’hivern que et vols endur alguna cosa calenta per dinar a la feina. Amb el consell de portar el caldo en una ampolla per una banda, i les verduretes i noodels en un tupper a part, ….per no tenir accidents en el transport….jejejeje. També una amanida boníssima de llenties, quinoa, rúcula, remolatxa, tempe, tomàquet sec….. Fried rice amb verduretes, hamburgueses de tofu, carbassa, gingebre… Algun dels plats impregnats com sempre amb aquest toc asiàtic que la Núria va portar a l’equipatge després de la seva època viatgera!

Doncs al final vaig acabar, havent tastat uns plats boníssims acompanyats amb una copeta de vi, amb les receptes a la butxaca pensant que em veig capaç de fer-les tot sola a casa un dia qualsevol, …i el que encara és millor, havent passat una estona divertida i havent oblidat per complert el mal dia que havia tingut a la feina.

Gràcies Núria!!!

Gràcies a tu, Vanessa, per plasmar de primera mà, la teva experiència a un del meus showcookings. Espero que ho posis en practica a casa 😉

I si, tu, que acabes de llegir la crònica, vols que t’informi dels següents showcookings, envia’m un email a nuria@amorcuinat.com i t’informaré!