Dubai, el motivo

 

Silvia se marchaba a Dubai con una beca para poder trabajar en comercio internacional. Esto se tenía celebrar. Le hizo ilusión hacer un Amor Cuinat para marchar con un buen sabor de boca. Me gustó que así fuera.

Fue una comida de domingo en la terraza de su hermana gemela, y reunió a 6 personas. Me pidió que, por favor, me sentara a comer alguno de los platos, con ellos. Así lo hice, y es que nos une una amistad desde el instituto y algunos años de convivencia. Además, dos compis más del instituto eran dos de los comensales, que hacía años que no veía y fue muy emotivo reencontrarnos y compartir esa despedida.

A Silvi le apasiona todo lo referente a la cultura oriental, y la comida oriental es uno de los aspectos que le gusta, especialmente, disfrutar. Ha viajado, y viaja, muy por zonas poco turísticas del Oriente y eso le ha hecho abrir la mente y, también, el paladar.

Algunos de los platillos que los preparé fueron las croquetas de quinoa y arroz integral eco, el jamón cocido que enrolla el rissoto negro, los fideos negros brillantes, las gyozas de cerdo con salsa de chilli dulce, … Y de postre, como el día anterior había hecho la sesión de fotos de los platos de Amor Cuinat para la web, pudieron degustar dos postres: el blondie con pistachos y la delicia de chocolate y almendra.

Dubai era el motivo de la despedida. Así que le hice un pastel con fresas y chocolate forrado con fondant blanco. Encima escribí Dubai en árabe. Este fue mi regalo de despedida. Pudieron degustar, pues, 3 pasteles diferentes. Aquel sí que fue un Amor Cuinat dulce, dulce!

Gracias Silvi y María por abrirme las puertas de vuestra casa y por la calidez que se desprende siempre al estar con vosotras, un PLACER en mayúsculas! ¡Silvia disfruta de ese experiencia que la vida te ha brindado!